La educación se procesa en contextos sociales históricos concretos, los cuales le otorgan un significado característico y funciones especificas, en general, es toda la sociedad la que educa como un todo.
La educación entonces cubre, no solo la transmisión de contenidos o la instrucción activa, sino toda relación humana capaz de promover cambios en las ideas y en las actitudes de los individuos.
Por lo tanto, la educación debe transmitir conocimientos, valores, actitudes y patrones de comportamiento para el desarrollo integral de la persona y de la sociedad.